Lavadero.... pase usted!!

Monday, February 15, 2010

Adios . . . .


La vida es una llamarada que se extingue muy rápido, día a día se termina, cada vez un poco más. Tengo que confesar, que tú, mi gran amor, nada me puedes dar ya, todo lo que pasé contigo es una obra del azar, que a nadie le debe importar, porque lo hecho, hecho está, nada lo puede cambiar aunque mis ojos lloren por ti, por dentro sé que no tienes nada más que brindar y nada te puedo pedir ya.De mi confusión y mi tristeza, la noche es mi mudo testigo, callada simplemente aguarda, al contemplar como resbalan dos gotas de agua salada por mi cara, mis mejillas se abrillantan con ellas, y te digo con orgullo que no sólo es llanto lo que cae, más bien es la prueba fehaciente de que algo en mi interior muere, se desgarra y se va quemando poco a poco tu recuerdo de mi mente, así como tus palabras, tu sonrisa; todo desaparece.

A veces quisiera que un rayo te atravesará, que sintieras por un momento un poco de lo que mi corazón recelosamente guarda: ese dolor de amarte, de pensarte y de extrañarte. Veo con tristeza, amor, que todo fue para nada.

Con todas mis fuerzas quisiera que desaparecieras, que algún ángel piadoso te atravesara con su espada vengadora y que sintieras en carne propia todo lo que he pasado por ti.

Si ese ángel del cual te hablado y por el cual todas las noches ruego, apareciera frente a mí y lo pudiera guiar hasta tu dulce hogar, solamente le diría: Míralo, ahí está, sin ninguna preocupación, campante de verdad, impávido; ¿es real?... sólo te pido un favor dulce ángel de mi amor: hazle sentir lo que yo, por un segundo o tal vez dos. Luego mátale, ten piedad de él, porque no creo que pueda resistir escuchar a su corazón morir igual que el mío murió, cuando a él se le olvido que yo era su gran amor. Entonces mátame también a mí para así dejar ya de sufrir.

Así es, tú sutil tirano, eres el causante de mi pena, por ser tan hábil, tan mentiroso, tan especial, tan cruel, tan ingenioso, tan sutil, tan malévolo, tan cariñoso, tan maravilloso, tan... tú.

¿Sabes? ahora te digo adiós, ojalá que tengas una vida plena y que nunca tengas que pasar ni por la mitad del sufrimiento por el que he pasado yo, me despido para siempre, porque nunca volverás a verme. Es una promesa, a partir de hoy saldrás de mi mente y de mi vida, te quiero y te querré siempre, pero por ahora te enterraré en lo más profundo de mi mente, porque ya me di cuenta que no quiero volver a verte, me haces daño así que adiós.


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